miércoles, 22 de mayo de 2013

Entrevista


Juan Ignacio Lasagabaster, director fundación Santa María: “Una catedral no está acabada nunca del todo, siempre necesita retoques”.


Nacido en Vitoria y creador y director de una idea que hizo grande a esta ciudad y salvó uno de los edificios más importantes de está, Juan Ignacio Lasagabaster, director del plan director dio otra oportunidad a la Catedral y gracias a él se mantiene en pie. Su idea ha conseguido ser referente Mundial, tras este empeño de restaurar la Catedral desde el 98, en 2012 se convirtió en el director de la Fundación Santa María.

¿Cómo se le ocurrió la iniciativa “abierto por obras”?

En principio lo que se me ocurrió fue el plan director, solo la restauración pero el templo iba a estar cerrado por obras. Pero luego pensé que igual los inversores se cansaban de no obtener beneficios, porque si está cerrada el beneficio tardaría años en venir. Así que pensé que podríamos abrirla al público, así la gente vería la Catedral de otra forma y los beneficios aumentarían. Y aumentaron notablemente, abrir la Catedral cuando estaban las obras es la idea que ha salvado a este edificio de las ruinas.

¿Qué sintió al ver que el resultado era más bueno de lo esperado?

Me sentí muy bien al ver que esta iniciativa era tan bien acogida por los ciudadanos. Al ser un proyecto innovador y que nunca se había hecho no sabía como iban a reaccionar. Pero veo que tanto ciudadanos de Vitoria como de otras ciudades creen en el proyecto. Te satisface que tenga tan buena acogida una idea tuya (se ríe).

Mucha gente desea saber la fecha límite, ¿cree que podrán ponerla dentro de poco?

No se sabe seguro. Quiero decir, seguro que queda poco del proyecto pues ya llevamos más de la mitad, pero poner una fecha límite es demasiado precipitado porque siempre puede haber problemas en la restauración. Dijimos que se iba a acabar en 2011, pero eso era una declaración de intenciones, la realidad es otra diferente. Y hoy por hoy no pretendemos poner fecha límite, por lo que pueda pasar.

Tal y como se encontraba la Catedral ¿os habéis encontrado con muchos problemas?

Si, bastantes. El primer problema que tuvimos fue comprobar que la Catedral estaba peor de lo que creíamos. Los problemas en los muros y en las ventanas eran bastantes y nosotros pensábamos que eran menores. Pero al final, con esfuerzo, conseguimos arreglarlos y poder estar donde estamos ahora.

Ken Follet, en su libro “los pilares de la tierra” se inspira en esta Catedral ¿crees que ha ayudado a aumentar las visitas? ¿Les sorprendió que se inspirada en la Catedral?

A cualquiera le sorprendería que un escritor tan famoso se inspirada en una Catedral de una ciudad tan pequeña como la que es Vitoria (se ríe). Y yo creo que si que ha influido en la cantidad de gente que viene. El proyecto era reconocido internacionalmente antes de que saliera a la luz el libro. Pero es una gran publicidad ser la inspiración de un libro, mucha gente que seguro no conocía el proyecto se habrá informado de la Catedral y habrá querido visitarla por el libro.

Cuando acabé el proyecto “abierto por obras” ¿qué cree que pasará?

Me lo han planteado muchas veces, y la respuesta es la misma, seguirá la esencia del proyecto. Una Catedral nunca está acabada del todo, siempre necesita retoques. No quiero con esto decir que la iniciativa “abierto por obras” siga durante siglos, lo que digo es que después de que esta termine se empezará otra etapa: “abierto por mantenimiento”.

¿Qué piensa sobre las críticas que se han hecho a la larga duración de este proyecto?

Los proyectos duran lo que duran, puede que parezca que lo queremos extender por los beneficios pero no es así. Lo que pasa es que nos está costando más de lo que creíamos la restauración.

Según muchos expertos en restauración tanto nacionales como internacionales las obras ya podrían estar acabadas ¿cree que es mentira o están en lo cierto?

Ellos solo han visto la Catedral una vez de paso, no trabajan día a día en sus cimientos, entonces no saben a ciencia cierta cuanto queda o cuanto no queda. No quiero decir que sus estudios estén equivocados, tan solo digo que si trabajaran día a día en la Catedral sabrían que hay más trabajo del que parece haber.

Muchas son las críticas de los ciudadanos de destinar el dinero de la restauración a acabar la catedral Nueva.

Demasiadas son las críticas, la subvención que nos dan para la restauración es para eso, para restaurar la Catedral vieja, ese dinero no se puede trasladar a la nueva. Para acabar la nueva tendríamos que crear otro plan a medida para arreglar el problema con esa Catedral. Pero ese ya no es mi problema.

El ministerio de Cultura dejó de subvencionar el proyecto, ¿cree que pasará lo mismo con los demás inversores?

No creo, la fundación Catedral Santa María se compone por la propia fundación, el ayuntamiento y caja vital kutxa. Somos tres entidades que juntas creamos una, así que si una de ellas deja la subvención el proyecto no seguiría en pie y está claro que a las tres entidades nos interesa mantenerlo.

Muchos países se han interesado en esta iniciativa ¿se llevará a cabo en otros países?

Primero tendríamos que pensar en ámbito nacional. Muchas personas se han interesado por el proyecto, tanto gente de Madrid como gente de ámbito internacional. Si que es verdad que se interesaron cuando ganamos el premio Europa Nostra 2002, fue ahí cuando recibimos a gente importante de la cultura internacional. Pero yo creo que todavía no se han atrevido a poner a prueba esta iniciativa, primero creo que se extenderá en el ámbito nacional, empezando por Madrid.

¿Cómo ve el futuro de la Catedral?

Espero que su futuro sea con una restauración que no de problemas como las anteriores. Esta Catedral ha pasado por muchas restauraciones y muchos destrozos, la torre casi ni se tenía en pie. Al empezar la obra hubo que pensar en dejarlo por lo peligroso que era trabajar cerca de una torre casi en derrumbe. Pero si hemos conseguido reestructurar la torre creo que podremos con toda la Catedral. Espero que cuando hayamos acabado el trabajo no se deteriore, por eso habrá que cuidarla como es debido, porque si tras tantos años de trabajo no cuidamos el edificio sería un trabajo perdido. 

Editorial


De Catedral a Parque de Atracciones

Si algo conocen durante su infancia los Vitorianos es la Catedral Santa María o la Catedral Vieja. Sus obras han ido recibiendo a miles de personas, a miles de niños con ese casco blanco. Cuando eres niño es toda una aventura andar por esos andamios, más que a la catedral miran a los obreros, las máquinas...Cuando eres más adulto ya te centras en el edificio tan trabajado y con una historia tan movidita. La cuestión es que “abierto por obras” ha salvado un edificio que era patrimonio de nuestra ciudad y fascinante. Pero la fecha límite en la que iban a acabar las obras pasó hace dos años y hoy en día no quieren dar una fecha para su fin. Esta decisión tiene un claro propósito, el dinero. Da mucho más dinero este proyecto con las obras que sin ellas. ¿Eso cómo puede ser? La respuesta es fácil, han hecho de un monumento histórico un espectáculo para atraer a turistas con una nueva forma de enseñar una Catedral. La idea de innovar era muy acertada, y resulto buena mientras se realizaban las restauraciones, pero se ha extendido durante demasiado tiempo. A los ciudadanos no les importa que se invierta tanto dinero en su restauración, porque al fin y al cabo da beneficios. Lo que la mayoría de personas no se imaginan es la cantidad de dinero que da la diputación, la fundación, etc. a la restauración, pudiendo destinar ese dinero a otros lugares de Vitoria que también necesita ser restauradas o acabadas. Como la Catedral Nueva, un proyecto gótico con una maqueta envidiable y que se quedó a las puertas de lo gótico, pasando a ser una Catedral sin acabar. Pero el problema es que el ayuntamiento y la fundación no se replantean acabar las obras en la Catedral por el dinero que da que este así. El programa abierto por obras permite ver lugares que antes estaban cerrados al público, y ver la Catedral de diferente forma. Este proyecto se ha hecho tan famoso que muchas ciudades van a cogerlo como ejemplo. Yo me pregunto ¿no se pueden abrir esas zonas sin obras también? ¿O es un espacio que solo puede estar “abierto por obras”?

Este es un tema que no preocupa a los altos cargos, lo que no saben es que hay muchas personas deseando ver la catedral en todo su esplendor. Sin andamios, sin cascos blancos, sin tierra por aquí, una piedra por allá o una viga en movimiento en nuestras cabezas. No es que el hecho de visitar la Catedral así sea un peligro, lo tienen todo muy controlado, lo que pasa es que son muchas las demandas de visitar la Catedral, como la de Burgos. Dándose un paseo por donde vaya el recorrido, volviendo atrás sin tener que subirse a andamios. Y digo yo, si la Catedral de Burgos ha tenido tanto éxito sin un proyecto así ¿por qué nosotros no? Sé que el exterior no es comparable, pero nuestra catedral es una maravilla oculta entre obras. Será que tenemos miedo de que no guste y perdamos dinero. En mi opinión es una maravilla, un diamante en bruto que no se deja ver. Pero parece que sin andamios las pérdidas serían horribles, o eso nos hacen creer. 

Reportaje


Una historia de catastróficas desdichas.

Si de algo se caracteriza La Catedral Santa María de Vitoria es de la historia de catástrofes que ha ido arrastrando desde su nacimiento. Se podría decir que ha sido modificada, restaurada, destruida desde 1202 hasta el día de hoy.

La aldea de Vitoria se construyó en 1811 en una colina. En 1200 Alfonso VII se hizo con la aldea y empezó un plan de ampliación de la ciudad. En principio el plan iba a costar unos largos años pero en 1202 la aldea sufrió un incendio y se tuvo que acelerar la extensión. En ese año, de un incendio y de las prisas del rey por reconstruir la ciudad nació La Catedral de Vitoria, o catedral vieja.
En esta primera etapa la catedral era un monumento que fascinaba a todos, su amplitud su gran puerta principal, su fachada de piedra. En este mismo siglo ya se formaron los primeros problemas a su alrededor, interfería con la construcción  de la muralla así que tuvieron que destruir la puerta principal y la tuvieron que reubicar. Corta es la vida de la puerta principal de la Catedral, porque siglos más tarde, en el S. XV fue destruida otra vez para dar paso al pórtico.
Las modificaciones que tuvo que sufrir en el S.XIII no acaban en la puerta, durante el reinado de Alfonso X (1252-1284) la vecina Francia decidió y obligó a modificar el templo a su gusto, sobre todo el interior. Aunque no todos los cambios son malos. Los franceses decidieron darle un toque gótico que es el toque que tiene en la actualidad. Se cambiaron las ventanas, se abovedaron los techos, construyeron diferentes capillas, construyeron el triforio en la parte central y construyeron las bóvedas con materiales ligeros. Aún sin terminar la construcción se abrieron las puertas al público.

Y como no cabe esperar pasa muy poco tiempo hasta las nuevas reformas, el 14 de febrero de 1498 la parroquia se convierte en colegiata. Este cambió fue un intento para dar más prestigio a la ciudad de Vitoria convirtiendo así a Santa María en iglesia colegial y centro eclesiástico del territorio. Al elevarse la categoría del templo empiezan las reformas. Desde finales del siglo XV y principios del XVI se construye la torre, el coro, y las capillas de San Juan y de la Inmaculada Concepción, así como diez altares y tres sepulcros de tres familias. Las bóvedas hechas con materiales ligeros se cambian por bóvedas de piedra. Estas modificaciones fueron las causas de los problemas que ha tenido el edificio a lo largo del tiempo al no tener en cuenta que el edificio original no era capaz de aguantar tantas obras.

Las infraestructuras del templo no aguantaron mucho tiempo. La sustitución de la ligera bóveda de madera por una más pesada altero el equilibrio de las infraestructuras y hubo muchas deformaciones en los arcos, en los pilares y aparecieron grietas en los muros de las bóvedas. Estas primeras deformaciones son las que han perseguido a la Catedral hasta nuestros tiempos.

Se intenta poner fin al problema en el S, XVI construyendo unos arcos para que no se derrumbara. Los arcos fueron llamados “arcos del miedo”. A pesar de este intento un siglo más tarde la amenaza de derrumbamiento era muy cercana. En estos momentos parecía que llegaba el fin de un edificio que había crecido junto a la ciudad y que eran un símbolo de la ciudad.

En 1902 se produce un incendio, que deja la Catedral bastante desmejorada. Tras numerosos intentos de mantener la catedral en pie creando contrafuertes, sacrificando capillas, en el S. XX en la década de los 60, a pesar de que la situación era bastante negativa se realiza una intervención para devolver a la catedral a su estado original. Pero al parecer esta intervención produjo unos efectos aún más negativos. Sustituyeron los “arcos del miedo” por tirantes metálicos, e hicieron unas reformas que al principio parecían estables. El obispo, Monseñor Peralta, en su inauguración en 1967  admitió que la restauración había sido un éxito y que podía aguantar 600 años más. Se equivocó. Con el tiempo las reformas pusieron a la Catedral en un estado muy cuestionable, porque reformaron la parte oeste y todo el peso de las obras calló en esa parte. Veintiséis años después se cerraba la Catedral al culto por graves problemas estructurales, falta de mantenimiento y conservación desde la inauguración de la última restauración.

A los problemas básicos en las infraestructuras se le unió la humedad que sufría esta zona y el daño causado por la contaminación. Esta contaminación produjo la meteorización de la piedra, particularmente de la torre produciendo desprendimientos. La inauguración de la Catedral Nueva dejó de lado a la Vieja y a todos sus problemas, pero esta situación duró poco.

Durante estos años se tomaron varias medidas para ver “qué se podía hacer con la Catedral”. La Diputación Foral de Álava envió a un equipo de investigación de desperfectos para ver que se podía hacer para no tener que cerrarla. La lista de desperfectos era tan larga que intentaron buscar otras opiniones, otras medidas. Contrataron arquitectos para arreglar las grietas de las paredes, pero los intentos fueron nulos. En 1992 se constituyó un Grupo de investigación internacional para poner soluciones y mejorar la infraestructura. Tras dos años de estudios e intentos se dieron cuenta que los resultaron era muy negativos y que la infraestructura estaba bastante peor de lo que parecía.

Se redactó un documento en el que se ponía al descubierto todos los problemas que podía dar la catedral si seguía abierta y en pie. Como intento final la Diputación decidió invertir en la mejora de este edificio, aunque en un futuro se cerrara al público no quería que dejara de existir. Por eso en 1998 surgió una idea que cambió el transcurso de las cosas. “El plan director”. Este proyecto se presentó en el Primer Congreso Europeo sobre Restauración de Catedrales Góticas celebrado en Vitoria en ese mismo año.

El plan director tuvo una buena acogida, las iniciativas que proponían parece que iban a funcionar y por fin la infraestructura de la Catedral iba a ser estable. Pero se necesitaba mucho dinero para ponerlo en práctica. Abierto por obras cuenta con unos ingresos estables a través de las entidades que pertenecen a la Fundación Santa María; la diputación de Álava que aporta 1,1 millones anuales, el ayuntamiento que invierte 600.000 euros anuales y el obispado 180.000 euros anuales. También cuenta con una subvención del gobierno vasco que suele ser entre 250.000-300.000 euros anuales. Todo el dinero aportado del proyecto viene, claro está, de los impuestos que se le imponen a los ciudadanos. Pero el beneficio es mayor que la inversión, se estima que con cada euro invertido se consiguen tres euros para la ciudad.

A pesar de que el proyecto se expuso al público en 1998 las ideas y el trabajo de restauración ya había arrancado desde 1997. Se habían creado planos de con qué empezar, cómo hacerlo, se había pensado en las empresas que podían invertir (na de ellas Caja Vital Kutxa) pero no se había pasado a la práctica. Tras ver que esta iniciativa fue acogida de una manera muy buena empezaron a ponerse con el trabajo. En principio les dieron 10 años de plazo, pero la fundación dejó claro que tenían que ser flexibles al saber que la catedral era una caja de sorpresas y que un mal paso puede complicar el trabajo. Por eso, a pesar de que se puso de plazo 2011 nunca se concretó del todo.

Las obras del templo se han convertido en un referente mundial, las visitas guiadas que han atraído a tantos turistas ha hecho que se vayan con la ilusión de poder ver una Catedral de manera “desnuda”. El hecho de que Ken Follet se haya inspirado en la Catedral para redactar “los pilares de la tierra” ha conseguido que aumente el número de turistas. Y que aún tenga más prestigio mundial. Por este trabajo se han conseguido dos premios, el premio turismo vasco 2000 concedido por el gobierno vasco y el premio Europa Nostra 2002, la máxima distinción que la unión europea concede a los trabajos de restauración.

Al parecer la historia de una Catedral con diversos inconvenientes ha acabado con varios premios, reconocimiento mundial, envidia por parte de otras ciudades con ciudadanos contentos y algunos otros no tanto, con muchos turistas y con beneficios. Quizá la historia de este edificio sea una de las más asombrosas de Vitoria, a pesar de que muchos de sus edificios han sufrido tanto ya se encuentran restaurados y en buenas condiciones. Muchas son las bromas de los ciudadanos ante la situación que tiene ahora la Catedral. Un estado de restauración que no restaura.

Uno de los edificios simbólicos de Vitoria-Gasteiz sigue siendo restaurado, desde su nacimiento a presenciado derrumbamientos, incendios, cambios, construcciones…Y todavía no ha existido un siglo en el que este templo no haya sido tocado para mejorarlo o empeorarlo, depende cómo se mire. Se puede decir que ningún Vitoria en toda su vida ha visto alguna vez esta Catedral reconstruida del todo, sin desperfectos, sin grietas en las bóvedas o sin daños en las infraestructuras. Hoy en día parece que esa sensación va a seguir durante años, pues se desconocer la fecha de finalización de obras, pero los vitorianos ya no esperan verla finalizada. Además cabe destacar unas palabras del director del proyecto “ahora seremos abierto por obras, pero cuando acabamos pasaremos a ser abierto por mantenimiento”. Parece que el futuro de esta Catedral seguirá la misma línea que hasta ahora, de obras.


No se sabe con certeza si este proyecto conseguirá su propósito, por ahora lo que se sabe seguro es que el trabajo que se está haciendo es inmejorable. Y que no se corre ningún riesgo de derrumbamiento, ni de fallo en las infraestructuras por una construcción poco eficaz, ni grietas, ni desprendimiento de las piedras de la torre... Lo único que no se descarta es un incendio pero eso se deja en manos del azar. Cualquier persona puede saber el pasado de este templo, del futuro ya nos encargaremos más adelante. Con la esperanza que ese futuro no sea tan movidito y que la Catedral pueda ser reconstruida en paz. 

Artículo


Abierto por obras

La catedral Santa María de Vitoria o la Catedral Vieja es un símbolo muy característico de Vitoria – Gasteiz desde 1181. Actualmente va junto a un lema que también se ha convertido en el lema de la ciudad “abierto por obras”. El inicio de esta iniciativa se da desde 1902 cuando la Catedral sufrió un incendio y dejó la torre principal y la fachada en muy malas condiciones. Tras intentos de restauración fallidos a finales de los noventa se barajó la idea de cerrarla al público. Fue justo en esa década, en 1998, cuando  Juan Ignacio Lasagabaster junto al ex director gerente de la Fundación Santa María propusieron el proyecto de “abierto por obras”.


El proyecto abierto por obras permite a los visitantes ver lugares nunca vistos de esta catedral mientras se está restaurando. La idea principal era la innovación, acercar a los ciudadanos a un proyecto que suele hacerse a espalda de estos. Ver todo el proceso hasta el resultado final. La idea tuvo tanto éxito que ahora a parte de ser un símbolo bastante característico de esta ciudad es un negocio que da bastantes beneficios.
El número de visitas de la catedral es de 105.000 – 110.000 pero con el inicio del proyecto se ha alcanzado el millón de visitas. El aumento de visitas también se debe al coste de la entrada, 8 euros, un precio inferior al de otros monumentos del resto de España.

La visita permite andar por los andamios en los cuáles trabajan los obreros, preparados para poder dar paseos, y así ver la catedral desde un punto de vista al que antes no se podía acceder. También permite visitar las excavaciones arqueológicas que se están haciendo en los alrededores de la Catedral. Permite ver las fosas de las murallas y subir a la torre para ver las vistas de la ciudad. Pasear por el triforio, entrar en los jardines interiores o andar por los extensos pasillos de las criptas que estaban ocultos para el público anteriormente.

Muchas ciudades ya se han interesado en este proyecto, que fomenta la cultura y el interés de los turistas por estas innovaciones. El director asegura que se ha puesto en contacto con empresas de Madrid para financiar, vender y publicitar esta iniciativa. Fundación Santa María, empresa que se encarga de las visitas y de la rehabilitación puso una fecha límite para finalizar las restauraciones. La fecha límite era 2011, pero tras pasar este año sin finalizar la rehabilitación de la Catedral la Fundación admitió que tardarían lo menos posible. Hoy en día se desconoce la fecha en la que se pondrá fin al proyecto, pero el ayuntamiento admite que seguirá así durante un largo tiempo porque los ingresos son mayores ahora que con la restauración terminada.